viernes, 30 de mayo de 2008

De Gerena a Arroyo de la Plata

Salí temprano en busca de Julián ya que teníamos que desplazarnos hasta Gerena. Estaba lloviendo ligeramente pero pensábamos que se iría la lluvia. Cuando por fin llegamos a Gerena, ya que la carretera estaba cortada y tuvimos que dar un rodeo, sacamos las bicis y comenzamos.

Al principio, la lluvia era muy ligera, más bien era la que salpicaba las ruedas de las bicis a nosotros, pero en cuanto dejamos la carretera para coger el carril, empezó a caer un poco más fuerte, y decidí ponerme el chubasquero.

Esta ruta me recuerda mucho a la subida de la Lenteja (Guillena) hacia la Cantina, pero es más larga y más tendida.

Gerena-Arroyo de la Plata

Julián se quedaba un poquito atrás y yo entre probar el gps y mi rodilla mantenía la distancia por que hay días en los que voy mas cómodo subiendo solo. Al llegar al cruce con la carretera del Castillo de las Guardas, esperé a Julián menos de 30 segundos, y nos fuimos los dos juntos por el arcén de la carretera hacia Arroyo de la Plata a comernos la tostada.

Al llegar al bar y desenfundarnos del chubasquero y del barro descansamos un poquito antes de emprender la vuelta que es mucho más cómoda. O eso esperaba yo.

El camino de vuelta es el mismo. Al llegar otra vez al carril me di cuenta que los piñones grandes me daban problema de ruidos, con lo que me afectan a mí estas cosas. Decidí cambiar al plato pequeño y piñones mas pequeños, pero aún así me costaba seguir el ritmo de Julián en ciertos momentos. La verdad es que no disfrute de nada la vuelta.

Cuando llegamos a Gerena, lavamos las bicis en un gasolinera y parece que se le quitó el ruido. Las montamos en el coche y de regreso a casa.

lunes, 26 de mayo de 2008

Y no llovió aunque decían que si

La verdad es que ayer no fue mi mejor día en lo alto de una bici. Iba a dar un pequeña vuelta ya que iba a ir solo, pero me aparecieron síntomas de mi alergia y me asfixiaba incluso bajando. Para colmo una bajada en la que no hay que dar pedales y rondas los 30 por hora, con el aire en contra que hacia no pasaba de los 20. El día lo aproveché para manejar el nuevo gps e ir acostumbrandome a el. La verdad es que el soporte que le hecho esta casi al 100% bien si no es por que la funda de plástico me hace no ver nada en la pantalla. Pero con un apaño que he hecho mejorara. Total que 14 pírricos kilómetros, que de lo único que me sirvieron fueron para desmoralizarme un poco para mi camino de Santiago.

martes, 13 de mayo de 2008

El domingo salida desde casa

El domingo quedé con Julián y Mario para ir hacia Coria del Río. Por la mañana al coger la bici, lo primero que tuve que hacer fue arreglar un pinchazo. La rueda de atrás estaba en la llanta. Joer! parecía Renault minuto. Tuve que aligerar por que había quedado con Julián en el cruce de la tres mil viviendas. Llegando al cruce hay una gasolinera donde la termine de dar la presión adecuada y ya vi a Julián. Se le veía intranquilo por la zona donde habíamos quedado y los cinco minutos que espero se le tuvieron que hacer eternos.

Nos dirigimos a hacia el campo del Betis donde habíamos quedado con Mario. Eduardo no nos pudo acompañar ya que tenia comuniones. De allí nos fuimos a la Av. de la Raza y empezamos la ruta dirección a Coria del Río. Julián llevaba el gps de su móvil y la verdad es que fue bastante bien. El camino hasta Coria era por un terreno bastante pedregoso en tramos. Solo tuvimos un momento en el que dudamos de cambiar de camino, cosa que nos fue imposible, por que teníamos que pasar por debajo de un túnel con unos 20-30 cm de agua. Quien dijo miedo. Un poco mojado las botas y a seguir. El viento siempre nos favoreció con lo cual no le dimos ninguna relevancia al tiempo. Al llegar al río, parecía que la barcaza nos estaba esperando. Nos montamos y cruzamos el Guadalquivir.

En la otra orilla, el gps fallo un poco por que no daba por track adecuado, pero tiramos de recuerdos y llegamos a la cafetería. Desayunamos y nos volvimos a las bicis. Ahora nos dimos cuenta que el viento antes era a favor por que ahora era completamente en contra. El carril era muy bueno quitando algún tramo de arena, por donde pasan las hermandades que hacen "penitencia" hacia el Rocío. Fuimos pasando cerca de poblaciones como Palomares y Mairena, hasta llegar a la carretera vieja de Sevilla-Huelva. Giramos a la derecha buscando Gines, que la cruzamos y en busca de Valencina de la Concepción que también la cruzamos. Ahora nos vino una bajada por una carretera que esta recién asfaltada y con una pendiente que nos alegró durante unos minutos sin dar pedales, hasta llegar a Santiponce.

Aquí volvimos a girar y la dirección del viento nos volvió a favorecer. De allí a Sevilla por el cortijo de Gambogaz en dirección al Alamillo. Un poco mas adelante dejamos a Mario. Julián y yo continuamos por torneo y el paseo de Colon y de las delicias hasta el Parque de Maria Luisa. Nos metimos en el buscando la Av. de de Diego Martínez Barrios, donde me despedía de Julián y yo seguí por la Av. de la Paz hasta llegar a la Universidad Pablo Olavide y de allí a casa en un santiamén. Cerca de los 70 kilómetros termine reventado.

Por desgracia por la noche el Betis perdió con el Sevilla 0-2.

sábado, 3 de mayo de 2008

Y hoy Dos Hermanas-Utrera-Alcalá-Dos Hermanas

Esta mañana he quedado con Julián a las 8. Me recojió en su coche y nos fuimos a Dos Hermanas en busca de Mario y Eduardo.

Salimos cerca de las 9 a un ritmo muy tranquilito pero agradable. Este camino no tiene ninguna dificultad excepto el terreno en que en alguno sitios hay unas dunas que las ruedas tienden a clavarse. Hay un tramo a mitad de recorrido antes de llegar a Utrera que es muy bonito aunque sea asfalto está muy frondoso de árboles a los lados de la carretera. Justamente después, la abandonamos para volver al carril donde da igual el tiempo que haga que no llueve, siempre hay charcos. Bordeamos un poco hasta regresar al carril. Ya Utrera se sentía cerca, y las tostadas también.

Después del desayuno fuimos en busca de Alcalá. Es un carril en ciertos tramos excesivamente pedregoso. Ya en la cercanía de Alcalá, los campos de trigo nos inundan a cada lado del camino y las malas hierbas nacen en el centro del carril. Algún sustillo nos hemos dado pensando en que nos íbamos al suelo. Antes de Alcalá esta la Cuesta Carretilla, que no se de donde viene el nombre, ya que si alguien debía de tirar cargado de una carretilla por esa pendiente acabaría extenuado. Las piernas y el fondo físico no me reaccionan como hace unos meses, así que me conforme en ver como Mario subía primero y yo le intentaba seguir a lo lejos. Julián parece haber mejorado bastante el tiempo en que yo he estado inactivo.

Ya en el pueblo solo quedaba callejear e ir hacia Dos Hermanas. Volvimos a tramos de dunas que son de lo peor. La calor también estaba haciendo mella. Julián tuvo un par de caídas por culpa de la arena pero nada que reseñar. Y llegamos de nuevo al coche. Estiramientos y para casa.

Lo que no he conseguido con la rehabilitación me lo esta arreglando mi bici.

Por fin se acabó la rehabilitación

Después de un mes sin salir con la bici, por fin el 1 de mayo quedé con Julián, Mario Y Eduardo en la Catedral de Sevilla, para ir a Guillena siguiendo las flechas del Camino de Santiago. Yo salí desde Montequinto y me reuní allí con ellos. Empezamos muy despacito charlando de como habían ido las cosas últimamente. A Julián le enseñé donde están las vieiras que indican el camino a seguir. En cuanto salimos de Sevilla empezaron a salir las primeras flechas de color amarillo indicando el camino a seguir. Pasamos Camas, Santiponce y llegamos al camino de Emasesa que se dirige a Guillena, donde tuvimos que descalzarnos para cruzar el arroyo que llevaría aproximadamente medio metro de agua. El agua estaba más fría que la mañana que también lo era. En la otra orilla nos volvimos a calzar y llegamos en un santiamén a Guillena y desayuno al canto.

La vuelta la hicimos por la margen este de la ribera de Huelva hasta que llegamos al cruce que e¡nos dirigió a Torre de la Reina (pedanía de Guillena) de allí dirección a La Algaba y de nuevo a Santiponce, Camas y Sevilla. En Sevilla nos despedimos de Mario y Eduardo ya que ellos viven por la Macarena. Nosotros cruzamos Triana y Los Remedios hasta el Parque de Mª Luisa. Otra vez despedida. Julián ya se fue para su casa y yo para Montequinto.

Volver a pedalear es una sensación maravillosa, peor sobretodo en buen compañía.