Muy temprano por la mañana he preparado la bici con las alforjas para probarlas antes de embarcarme en el camino de Santiago. La idea era intentar hacer esta etapa, pero si los problemas no me dejaban, pues solucionarlos de vuelta a casa.
Subí hacia Torrequinto y aunque iba cargado no se notaba mucho la diferencia. No sabia si era porque todavia no estaba cansado o por que una vez que arrancas, la inercia arrastra.
Me desvie hacia Dos Hermanas, que la crucé entera para buscar el camino que va a Los Palacios. Mas adelante cogí la Colada de las Plateras hasta el canal que volvió a llevarme hasta la carretera de Los Palacios. Pasé por al lado del embalse de Los Palacios y llegué al pueblo donde comí una tostada.
Todo iba a las mil maravillas. Ahora me dirigía hacia Utrera por un camino que no conocía, y por el que en tramos muy arenosos, se hacían duros. Tuve suerte de que se me metió un hierro en la rueda trasera y no me partió ningún radio. Antes de llegar al pueblo decidí evitar un carril que era todo vegetación, pero el desvio solo me sirvio para hacer mas kilometros y volver para atrás.
Ya en Utrera me perdi de nuevo a la salida del pueblo y otros kilometros de más. Cogí el Camino de Cuesta Carretilla que estaba muy limpio de maleza alrededor del camino. Al llegar a la cuesta si noté las alforjas. Subí media cuesta e hice empujing. Bajadita y llegada a Alcala.
Cruce Alcala por la zona baja del pueblo hasta alcanzar el supuesto carril bici que va para la Olavide. La calor ya me estaba haciendo mella, pero la ilusión de la pedazo de ruta que llevaba en tan buen tiempo no me dejaba de dar pedales. A cruzar el viaducto del Canal del Guadaira cogí dirección a Montequinto y ya en casa me dí cuenta de que un enganche de la alforja se habia roto. Por la tarde me dio otra el de la bici.
