Aznalcóllar-El Castillo de las Guardas-El Álamo

Bien tempranito he salido de casa en dirección a Aznalcóllar. He salido con mi bici vieja a la que le puse slicks para ir por carretera de vez en cuando. Salgo del pueblo por la carretera de El Castillo que no la abandono hasta llegar al pueblo, pero habrá que contar cosas antes.

Tras la bajada de la salida del pueblo llego a la zona de la Zarcita donde comienza la ascensión. Cruzo el Puente de Zapata y me dirijo a la zona de la Dehesa del Perro. Siempre en camino ascendente me dirijo al Puerto de Tabernillas que tiene alguna rampa cercana al 8%. Los próximos 9 km. no son tan exigentes, y aunque casi siempre se va subiendo la pendiente no es realmente dura a esta hora de la mañana.

Bajada rápida hasta el cruce con el Camino de los Camellos y comienza la subida dura. Los siguientes 4 km. son en subida pero el primer km. es el duro con una pendiente media del 6,8%. El resto suaviza con alguna rampa al 5,8% que me hacen llegar al Cerro del Esparralejo. Desde aquí buena bajada que me deja a los pies de El Castillo de las Guardas. Para llegar hay que subir escasos 700 mts. Hasta este punto la calor no es sofocante y el viento por desgracia siempre me ha venido de levante con lo que no me ha molestado mucho.

Bajo del pueblo y me meto en la A-476 que tiene más tráfico que de donde vengo. Son 9,9 km. que se me hacen eternos por ir por el arcén con muchas piedrecillas suelta y sin el beneficio del levante que apenas aprieta. Algunas rampas no dura pero si muy constantes y el calor empezando ha hacerme mella.

Giro a la izquierda hacia El Madroño y bajo escasos 400 mts. y me viene una subida dura de un km. al 7,6% con alguna rampa del 12,7%. Al final llego al punto más alto de la etapa, a 498 mts. Un poco de falso llano y bajada fuerte hasta el cruce donde me sale el letrero de El Álamo. Giro a su izquierda. Tan solo 4,5 km. para llegar a la aldea pero antes cruzo otra, Villagordo donde un perro me sigue unos buenos mts. pero con el calor que hace y el cansancio que llevo es que me da igual lo que me ladre.

Por fin en El Álamo, donde yo creía que solo era dejarme caer hasta Aznalcóllar, pero no me fijé bien en el perfil. Todavía me faltaba subir 13 repechos cortos en su mayoría pero exigentes casi todos. El levante me da de lleno en la mayoría del trayecto, exceptuando alguna curva de herradura que me ayudó bastante.

Los primeros km. me son totalmente desconocidos, pero tras pasar el Puerto del Barrial veo el camino de tierra que te lleva a Doña Austria, Sigo mi camino y paso a la inversa y por carretera el camino del día del desafío. Paso el Gago y el Gorrioncillo y por la zona de El Escudero veo a mi izquierda el camino que se dirige al Puerto de la Cruz. Fuerte bajada y llego al cruce de la Casa de la Sebastiana. Más adelante cuando cruzo el puente cerca de el Cerro del Águila veo a dos ciclistas, y me lanzo a su persecución sin importarme los km. acumulados. Tras el cruce con la carretera de El Castillo los pasos pero pegan un sprint y se me ponen a mi lado y empezamos a hablar. Juntos llegamos al pueblo, y una vez en él, callejeo hasta llegar al coche donde estiro y coloco la bici, y para casa.

Estoy reventado.

Montequinto-Alcalá-Marchenilla-Dos Hermanas-La Corchuela

Por fin vuelvo a la bicicleta que hacia tiempo que no la cogía. Esta mañana, Paco y yo hemos salido de casa con el día encapotado. Salimos de Montequinto por la carretera que te lleva a la Pablo de Olavide, que tras dar un poco de vuelta por ella, la abandonamos para coger el Canal del Bajo Guadalquivir en dirección Alcalá.

El terreno estaba bastante bien, exceptuando algún tramo que por la obra de la SE-40 estaba más roto. Llegamos a Alcalá por la subida hacia El Zacatín, y fuimos en busca del puente del dragón para llevarnos a la Retama. Nos dirigimos al puente romano que lo dejamos a un lado y nos metimos en el parque que lo cruzamos de oeste a este.

Salimos de él a la altura del Centro tutelar de menores donde nos metimos un poco en el circuito de rally de la provincial que realmente es duro por sus trialeras. Seguimos en busca del Castillo de Marchenilla que al instante lo vimos. A nuestra izquierda se quedó y seguimos haciendo camino. Al llegar a la Vereda de Benagila, giramos a la derecha y fuimos por esta vereda que no dio una sorpresa al llegar al Arroyo de Guadairilla. Tenía un buen caudal. Sin miedo nos metimos, más bien lo que metimos fueron las piernas en el agua. En la otra orilla había otros dudando al vernos pero allí los dejamos con sus dudas.

Continuamos por la vereda hasta enlazar con el Camino de Benagila. Por esta zona Benagila debió ser el dueño de todo. Al termina el carril enganchamos con un tramo de carretera que es el antiguo Camino de los Molinos. Este tramo nos lleva a una de las carreteras que une la ciudad con la autovía. La cruzamos, y al instante giro de 90º a la derecha para ir por una urbanización de casa con buenos terrenos de cultivos. Salimos a la Colada de Pelay-Correa, que nos lleva a las urbanizaciones de casas de las afueras de Dos Hermanas.

Por fin en Dos Hermanas, paramos a desayunar. Tras el desayuno, pensamos que es muy pronto para ir a casa, no vaya a ser que las mujeres nos digan que todos los días a la misma hora.

Cruzamos la ciudad hasta llegar a su extremo más al Sur. Giramos y fuimos entonces en busca del barrio de Las Portadas. Al final del barrio empieza un carril de tierra denominado la Colada de Los Palacios. Tras varios km. giramos a la derecha en la Colada de Los Plateros que en tramo descendente nos llevó hasta el Canal del Bajo Guadalquivir.

Circulando por el lado este del canal, dejamos el Parque de La Corchuela a nuestra izquierda. A partir de este tramo ralentizamos nuestro pedaleo, ya que Paco empezó a quejarse de su rodilla izquierda. Incluso paramos un poco. Fueron pasando los km. con el aire en contra, para mas inri, y por fin llegamos a un camino que nos llevó a la Motilla.

En este tramo un conductor se paró a hablar con Paco. Resulta que estaba buscando a su perro. Mira por donde que Paco lo ve y avisa al conductor que ya se iba. El conductor salió rápidamente del coche y lo cogió en brazos. A mi me pilló algo retirado, pero Paco dijo textualmente: “Es lo más bonito que he visto en mi vida, ver a ese hombre con lágrimas en lo ojos”. Paco estaba también algo afectado pero no le hice leña de su sensibilidad.

Volvamos a las bicis. Ya en La Motilla bajada a Dos Hermanas y a coger la subida hacia el Hipódromo. Despacio llegamos arriba y proseguimos por los Cerros de Montequinto bajando hacia nuestra casa.

Buena etapa con 70 km. llanos pero que van dando fondo que también es necesario.

Guillenazo

Al final el grupo para este fin de semana ha quedado muy reducido. Julián fastidiado con su problema “muscular”, Paco la mano, Eduardo con la horquilla en el taller, así que Mario y yo nos hemos ido a Guillena.

A las 8,20 hemos salido con la mañana muy fresquita pero sabiendo que la ruta nos iba a hacer sudar. Hemos ido por el Cordel de la Cruz de la Mujer que son 9,4 km. ascendentes donde sin apenas rampas duras vamos cogiendo altura. Hemos ido juntos todo el rato y si me he escapado un poco, lo he esperado. Arriba nos hemos comido una barrita y nos hemos lanzado hacia abajo. La bajada ha tenido puntos complicados ya que la arena suelta nos ha dado algún que otro susto. Hemos pasado la Cantina y nos hemos encaminado hacia la otra orilla de la Rivera de Huelva.

Posiblemente ha sido uno de los pocos llanos que hemos tenido y no habrá sido más de 800 mts. Ahora nos tocaba la 2ª subida del día pero la más dura. Son 2,2 km. al 6,8% pero hay rampas sobre todo al final del 12,4%. El mayor problema no ha sido la subida, por que tras el primer zig zag Mario se dejó de ir, sino que cuando las cuestas empezaban a endurecerse resulta que tenía un toro o vaquilla pegado al camino. Me paré y esperé a Mario y tras un rato charlando el animal se fue. Proseguimos la subida y de nuevo a los pocos mts. otro nos esperaba en el carril. De nuevo reagrupamiento y terminamos la subida juntos una vez que de nuevo se fue el animal.

Ya arriba están los toros de verdad, pero detrás de las vallas. Fuimos tranquilos y llegamos al cruce de El Ronquillo o Castilblanco y ya habíamos decidido ir hacia Castilblanco. Nos faltan 5 km. hasta llegar a la Presa de Castilblanco que en su mayoría son descendentes. En este tramo es donde más hemos notado el viento que era en contra ya que todo el día lo llevabamos de costado derecho.

Al llegar a la presa otra barrita y ha ascender. Nos esperan 5,6 km. hasta llegar al pueblo, aunque los primeros 2,6 km. tienen bastante dureza. La llegada al pueblo tiene algún tramo de pavés en fuerte subida que hoy que dan la París-Roubaix la hemos emulado un poco.

Nos hemos parado a desayunar en un bar donde ha tardado en ponernos la tostada una barbaridad. Ya solo nos queda salir del pueblo por la carretera hacía Burguillos que al principio es en subida pero después viene un tramo de bajada 3,2 km. que nos ha hecho relajarnos un poco. Giramos a la derecha y vamos en busca de la trialera del Camino de Santiago, que hoy iba lleno de peregrinos. En este punto le dije a Mario que pasase ya que él es más técnico que yo y baja mejor, pero ha preferido seguir mi ritmo.

La verdad que la he bajado bastante bien y exceptuando dos tramos donde era imposible pasar la hemos pasado bastante bien. Después nos sigue quedando bajada hasta el poligono industrial pero de mejor firme. Al llegar a él se acabó el carril por el día de hoy y hemos ido hacia Guillena por la carretera. Como son pocos km. hemos llegado pronto y después de estirar un poco para casa.

Entrenamiento por los montes de Alcalá

Después de trabajar esta mañana, cuando he llegado a casa, he comido y me he vestido de ciclista.

La tarde es soleada y el calor no es sofocante, con lo que el pedaleo es agradable. Salgo de Montequinto por el Camino de la Retama que en algunos tramos se ha notado el temporal de agua de los últimos meses ya que los surcos eran grandes. Encima se está construyendo la SE-40 y en algún tramo hay que desviarse del trazado original.

Tras cruzar el Cordel de Pelay-Correa a mi izquierda me sale el Cerro de los Ángeles. Es una trialera en subida bastante técnica que me sirve para intentar aprender a desarrollarme por estos terrenos. Y nada más subir bajada fuerte para volver a subir el Cerro de Villalba que es más suave y de mejor carril. A mi derecha me sale una bajada que me hace dar la media vuelta. Es muy parecida a la de la carrera de Aznalcóllar. Bajo por la cara Norte que hay que tener bastante cuidado por sus ramas caídas y surcos. Al llegar abajo desaparece el carril y voy entre eucaliptales. De repente me sale una subida bastante dura que no llego a subir por que cuando me doy cuenta es un terreno preparado para las bajadas de freeriders. Retrocedo y busco el camino de vuelta para casa por el camino que va pegadito al río Guadaíra y a la valla. Las lluvias han hecho tres socavones que me hacen incluso pulsear la bici para pasar al otro lado.

Al llegar de nuevo al Cordel de Pelay-Correa hasta cruzar el Arroyo de los Sastres. Tras un km. de buen carril giro a la izquierda y subo en busca del Cerro de la Torrecilla. La corona y sigo hasta llegar al Camino del carpintero que lo cojo en dirección Este. Paso por al lado de Torrequinto y al llegar a la autovía la cruzo por el puente. En la otra orilla ya solo me queda dejarme bajada rápida hacia Montequinto que lo cruzo por su Av. de Europa y llego a casa prontito.

Vva. del Río y Minas-Rilla

De vuelta de estos días de fiesta, vamos a narrar la salida de ayer.

Salí desde la casa de mis padres en la Mina solo ya que Julián está malo, y Mario y Eduardo por ahí. Al las 9 me monté en la bici y el frío era intenso, menos mal que a poco comenzó la subida en dirección Constantina. Es una cuesta casi siempre con la misma pendiente, y al salir del pueblo a los pocos km. giro a la izquierda para coger la carretera que me ha de llevar a la Depuradora de la Ribera del Huéznar. Sigo por una carretera con algún tramo llano o en bajada pero lo normal es seguir ascendiendo hasta la Mesa de las Viñas, donde viene una fuerte bajada que me lleva cerca de la Depuradora, una vez que subo otra fuerte cuesta de unos 200 mts.

Aquí empieza el camino a endurecerse. Tras unos mts, de corta bajada, sale un carretera a la derecha cerca del Cortijo de la Chimenea que te hace entrar en calor. Son 600 mts. al 7,2% pero realmente los últimos mts. no tienen apenas pendiente. Arriba me paro para comerme una barrita y ver las vistas y me lanzo cuesta abajo hasta cruzar el Arroyo de Rilla. El camino en su bajada está tras estas lluvias realmente roto.

Y nada más llegar abajo empieza otra subida. El primer km. realmente duro al 9,3%, pero después suaviza bastante los siguientes 3 km. hasta llegar a Rilla. Una pequeña bajada y tras pasar el Cortijo de Rilla Alta comienza otra pequeña subida con el carril bastante roto pero bastante dura,700 mts. al 8,8%. Arriba llego a Los Miradores y viene una fuerte bajada que me encamina, después de varios km. a la carretera que te lleva a la presa. La pena es que la cancela está cerrada. Sigo en dirección a Lora del Río pero al llegar al cruce de la carretera de la Mina a Constantina decido volver por donde he venido ya que últimamente no subía la cuesta que he estado bajando.

La vuelta tiene nada más empezar una rampa de 400 mts. al 10,8% con tramos del 13%. Arriba llego exhausto a Los Miradores y me lanzo cuesta abajo retrocediendo todo la subida anterior.

Llego rápidamente al Arroyo de Rilla y el camino roto ahora toca subirlo. Me quito la chaquetilla que el frío ha desaparecido. La cuesta son 1,4 km. al 6,3% pero con algún tramo al inicio del 11%. Al llegar arriba bajo de nuevo pero esta vez, en vez de girar a la izquierda que sería repetir lo que antes había hecho, decido probar suerte y giro a la derecha. La suerte está de mi lado y la cancela esta abierta. Es una bajada asfaltada rapidísima que me lleva hasta el cauce de la Ribera del Huéznar. La bajada serpenteante es muy bonita, pero al llegar abajo no hay vuelta atrás y hay que subir por el mismo sitio. Subo a buen ritmo los 1,6 km. con un 7,4% de media pero lo peor son las rampas del 14% que me hacen enroscarme en la bici para llegar arriba.

Al llegar arriba me vuelvo a poner la chaquetilla, ya que el regreso a casa es en bajada y hay que cuidarse.