domingo, 8 de noviembre de 2009

Villaverde-San Benito

Nada más empezar estas letras se me viene a la cabeza otras tres: dolor, cansancio y rotura. La verdad es que no son muy positivas pero de éstas también me viene alguna: sacrificio y tostada.

Me acabo de levantar de la siesta para escribir lo sucedido y la sensación es de un cansancio excesivo. Pero voy a contar lo de la mañana.

Me levanto más o menos a la hora de siempre para ir en busca de Julián y desde su casa, hemos ido al Alamillo para recoger a Mario. Pues una vez que las tres bicis estaban en el coche nos vamos hacia Villaverde, punto de inicio y final de la ruta de hoy.

La mañana era más bien fresca, ya que al empezar el pedaleo hacia 10º, pero Mario y yo nos quitamos la chaquetilla pensando que nos iba a molestar.

Salimos del pueblo por la carretera que va a Alcalá del Rio y en el primer cruce cogemos la carretera que va para Burguillos. Rápidamente la dejamos para empezar a coger el terreno de tierra por el Camino de Castilblanco de los Arroyos o de Villaverde según la dirección que se coja.

Empezamos por toboganes hasta que un puente cruza el Canal del Viar, y empieza la subida. Al principio se sube poco ya que el primer km. es del 3,9%, y el segundo es más de lo mismo hasta que casi se termina el km, donde empieza una rampa que va desde el 10% al 12,6%. Son unos 100 mts. pero te dejan ya al límite, y a mí me deja mirando el culotte de Mario cada vez más lejos. Pero de esta parte saco la parte positiva. Me dejo de ir un poco para que los pulmones y las piernas se recuperen, y esto me viene bien ya que pasados unos mts. empiezo a recuperar pedalada a pedalada algún metro a Mario. Me empiezo a crecer, y eso, que ese tercer km. es del 7%, y con una rampa del 11% al 13%. El sacrificio que no suelo tener por que cuando Mario se va me dejo de ir, parece que está dando sus frutos.

El 4º km. suaviza más todavía, 2,5%, y terminando el km. estoy muy cerca de Mario. El 5º km. es más de lo mismo y en el tramo medio es donde cojo a Mario, que no me esperaba como más tarde hablamos. Aquí me equivoco y en vez de esperar un poco para recuperar fuerza me lanzo a seguir fuerte, cosa que pago por que Mario había reservado fuerzas y me deja ya. Sobretodo cuando veo el final del último km. Es una pared del 7,1% con una tramo de 250 mts. de rocas sueltas y con una media del 10%. Después viene un descansillo para volver a inclinarse la cuesta con rampas menos duras que las anteriores pero aún así son del 8%. Por fin llego arriba donde Mario lleva un rato esperando. Esperamos a Julián pero tengo un dolor en el pecho, que se me va quitando cada segundo que va pasando.

Cuando llega nos lanzamos cuesta abajo ya que a 6 km, esta el pueblo. El terreno que nos espera hasta llegar se asemeja a una bañera. Empezamos bajando después viene un buen trecho llano, donde Julián pone su ritmo y viene una de las partes divertidas de la mañana, y terminamos subiendo un poco.

Pues eso, que Julián se pone a tirar y yo que voy justito, le ataco y me pongo delante para que se venga abajo y se deje de ir, pero cuando miro atrás veo que el que se queda es Mario. Me dejo de ir y espero que Julián se acerque y le comento que es su momento de conseguir la plata. Tiramos a muerte pero cuando la bañera vuelve a subir a Julián se le hace duro y ya en la primeras casas de pueblo Mario lo coge y lo suelta. Ha sido muy divertida la situación.

Vamos al bar a desayunar y Julián nos ha invitado a tostada con jamón. Espectacular. Volvemos a las bicis ya que hace frío y no tenemos ganas de seguir en el bar. Salimos del pueblo y cogemos la carretera que va San Benito. Al principio es carretera ya que a izquierda y derecha hay casas de las urbanizaciones, pero a los tres km. pasamos al carril que es durísimo por sus baches. Las manos hay momentos que me duelen tanto que dejo de pedalear. Cerca de la Ermita hay una bajada fuerte que nos lanza hasta la Ermita.

Vemos los paisaje que son espectaculares y comemos un poco. Tras el descanso volvemos a pedalear y rehacemos el camino. Empezamos con la rampa de un km. al 6% y me veo bien y pongo un ritmo fuerte y llego arriba solo con Mario unos metros detrás. Lo espero y seguimos la marcha, y nos viene una rampa de 300 mts al 7,3% donde de nuevo pongo un ritmo fuerte y descuelgo un poco a Mario. Arriba nos volvemos a unir y en cuanto llega el llano vamos más despacio esperando a Julián, hasta incluso que nos paramos para hacer mis necesidades, momento que aprovecha Julián para atacar. !Que tío¡

Nos volvemos a montar y justo nos viene otra rampa casi idéntica a la anterior, y aprieto como un poseso pero me es imposible, cuando lo tengo a escasos 5 mts. lo veo levantando las manos de que ha subido primero la cuesta. Ahora los tres vamos juntos hasta que otra vez el dolor en las manos por culpa del terreno hace que bajemos el ritmo. Cuando regresamos a la carretera, empezamos a adelantar como a veintes coches y vemos a lo lejos mucha gente. Nos tememos lo peor, pero resulta que hay una manifestación que nos obliga a bajarnos de las bicis y pasar por el lateral adelantando a la gente. Por fin los pasamos y volvemos a nuestras monturas.

Llegamos al pueblo, y cogemos la calle que nos hace abandonarlo. Volvemos al terreno “bañera”, y se repite lo de la mañana. En el llano Julián aprieta y le seguimos de cerca, hasta casi llegando al inicio de la rampa donde les digo que tengo problemas. El cambio no para de darme saltos. Lo miramos y un eslabón de la cadena se ha doblado, cosa que nos va a provocar una rotura de la cadena.

Julián lleva troncha cadenas y saca a relucir el mecánico que lleva dentro y lo arregla, pero desde este punto hasta el coche de vez en cuando salta, ya que no movimos el enganche nuevo y creemos que puede haber sido por eso. Pues iniciamos la cuesta y vuelvo a poner un ritmo fuerte pero a falta de 100 mts. Mario me pasa. Vale que el cambio no estaba fino pero creo que se ha querido resarcir de las otras rampas.

Ya desde la cima hasta que pasamos por encima del canal del Viar, apenas doy pedales, pero si el freno ya que el terreno está roto. Al cruzar el canal voy más despacio y los dos se van un poco por delante. Al llegar a la carretera de nuevo me están esperando y de ahí al coche muy despacito ya que la última que la cadena me pegaba salto terminé con un dolor de rodilla de los buenos.

Estiro un poco y volvemos a montar las bicis en el coche y para casa.