domingo, 28 de febrero de 2010

Sanlúcar La Mayor-Aznalcóllar

Hoy era el día de continuar la preparación hacia el Desafío, y queríamos ver el tramo que nos faltó el otro día. La idea era ir por el Corredor Verde como siempre que hemos hecho esta ruta, pero el Río Guadiamar a estas altura del año con tantas lluvias anda desbocado y mas que un blog de salidas en bici hubiera sido uno de canoas.

Bien temprano estábamos Paco, Julián, Mario, Eduardo y yo en Sanlúcar, y nos montamos en las bicis para dejarnos caer por la Cuesta de las Doblas. Que buena bajada, aunque sabíamos que a la vuelta sería un buen fin de etapa. Ya abajo empezamos a pedalear que no todo va a ser dejarse llevar. Cogimos el desvío hacia Aznalcóllar.

A partir de aquí fuimos muy bien al principio dándonos relevos Paco y yo ya que al resto eso de ir atrás les gustaba. Como estas cosas no traen nada más que disgustos, en una rampa pegué un hachazo que rompió un poco el grupo, pero no sirvió de nada ya que al poco tiempo me cogieron y entonces decidí poner ritmo ramplón cosa que aprovecho Mario para lanzarse. Le seguí rápidamente y ahora si que el grupo de cinco pasó a ser dos por delante, Paco detrás y los otros dos tranquilamente de cháchara.

Los dos nos fuimos relevando y poco a poco la distancia se agrandó. Fueron unos 6 km. de desentumecer las piernas. La llegada al pueblo se hizo en el mismo orden. Desayunamos y nos lanzamos por la carretera del Castillo de las Guardas hasta la altura de la Dehesa del Perro donde abandonamos la carretera para coger una pista forestal de buen firme exceptuando algunos pequeños regajos de barro.

Es un terreno rompe piernas con muchos toboganes y cerca de la Casa del Guarda giramos casi 180ºen dirección del Vertedero Noroeste, punto donde tuvimos que retroceder nuestros pasos ya que el camino desapareció para ser una especie de cortafuegos que tenía a un toro de color negro en todo el medio del camino. La cordura (o el miedo) nos hizo retroceder y volvimos por donde veníamos con la gracia de que Eduardo que iba el último ahora era el primero y aprovechó esos metros para meter un buen ataque que nos hizo a Mario y a mí apretar los dientes hasta llegar a darle alcance en el Puente de Zapata. Seguimos subiendo hacia el pueblo y en la lejanía veíamos a Paco y Julián cruzando el puente.

Arriba en el pueblo nos volvimos a reagrupar. La carretera hacia Sanlúcar ahora era más bien en bajada pero el viento también era en contra. Se formaron dos grupos. Paco, Mario y yo, y el dúo Calavera por detrás. El testigo nuestro lo cogió Paco hasta que se jartó y Mario le dio el relevo. Yo fui siempre en segundo lugar bien acoplado a mi compañero que un poco de desgaste le vendría bien. La verdad es que Mario puso un ritmo infernal en el que no bajábamos de 28 km/h. Al llegar al cruce, me suena el teléfono y es Eduardo, que Julián a pinchado dos veces con sus Maestro Shen. 29 minutos tardaron en llegar, cosa que nos enfrió un poco pero también nos dio un respiro para la Cuesta de las Doblas.

En cuanto llegaron empezamos a pedalear y con el movimiento la primera y única rampa. Dos km. de cuesta al 5,4 % y con alguna rampa máxima del 6,5%. Es un puerto muy constante que lo peor que tiene, es que solo tiene dos curvas al inicio y después es una larga recta que no acaba nunca. Desde el inicio me dejaron delante y Julián y Eduardo se dejaron de ir. Los tres íbamos juntitos en la primera curva pero a partir de ese punto empecé a acelerar un poco el ritmo hasta que en una de esas miré para atrás y solo vi a Mario a unos 50 mts. Me dedique a mantener la distancia y a pegarme dos series de ponerme de pie e ir casi a tope para volver a relajarme.

Ya arriba en los coches llegó Mario cuando casi todavía no me había bajado de la bici y Paco un poco más tarde. Lo gracioso fue que como hoy es el Día de Andalucía empezó el himno a sonar y parecía que estaban entregando las medallas con nuestro himno de fondo. Cuando el Dúo Calavera llegó ya se había ido la banda de música, jajajaja.

Buen día pasado entre amigos y ya solo me queda el fin de semana que viene para salir con ellos antes del Desafío.

viernes, 19 de febrero de 2010

Montequinto-Dos Hermanas

Después de dejar a Lucía en el cole me he ido a por la bici a casa y he dado una vuelta para seguir entrenando que ya solo falta un mes y un día para el Desafío.

He ido hacia el hipódromo y de allí hasta Dos Hermanas donde he ido por la av. que bordea la ciudad. A la vuelta al llegar al hipódromo he seguido hacia la UPO y de vuelta de nuevo para el hipódromo donde me he metido por Olivar de Quinto y he bajado hacia la zona del Mercadona para llegar a la entrada de Montequinto.

La otra vuelta ha sido igual menos la parte de ir a la UPO ya que el aire en contra a 25 km/h que dice el del tiempo tiene tela, por lo que decidí volver hacia casa que esta tarde toca trabajar.

domingo, 14 de febrero de 2010

Preparando el Desafío de Aznalcóllar

A falta de 5 semanas para el IV Desafío de Aznalcóllar, nos hemos ido Julián, Paco, Mario y yo a entrenar por la zona.

La mañana más que fría era gélida. Habremos arrancado a 1 o 2 grados, pero con mucha ilusión por averiguar el terreno por el que nos van a meter. Nosotros haremos la ruta alternativa de 59 km. y después de unas cuantas horas dibujando sobre plano, creo que ha sido bastante fiable.

La salida del pueblo es por carretera en dirección al Castillo de la Guardas, pero un poco más tarde nos sale otro cruce que nos manda hacia El Álamo, que es el que hemos cogido. La carretera tiene varios puntos accidentados por boquetes llenos de las últimas aguas que el día de la carrera esperemos que el grupo ya esté algo estirado. Seguimos por carretera hasta poco después de cruzar el Embalse del Agrio donde tras una corta subida nos sale a nuestra derecha el desvío de la Casa de la Sebastiana que ya es de carril de tierra.

Nos lanzamos hacia abajo, hasta cruzar un pequeño arroyo que es el punto donde comienza el Puerto de la Cruz. Los cuatros en este punto nos separamos, Mario y yo por delante, Paco un poco por detrás y Julián poniendo su ritmo. Tras coronarlo todavía nos queda algunas subidas pero sin entidad como para considerarlas un puerto.

Por fin llegamos a la altura de la Casa de la Tejadilla donde Paco nos estaba dando alcance. Paramos los tres muy poco tiempo ya que Julián se le ve cerca y nos hace signo de que sigamos.

Bajamos frenéticamente hacia el Barranco de Tejadilla donde no hay un metros de llano, ya que nada más llegar al punto más bajo empezamos a subir las primeras rampas del Puerto de las Carnicerías. Es el puerto más largo del día, 5 km. al 3,7% con rampas del 10%.

De nuevo el grupo pasa a ser dos duetos. En algún tramo de la subida me emburraco y dejo descolgado a Mario, pero como la idea es la de conocer el terreno, lo espero y hacemos los dos la subida juntos dando algún que otro relevo. Arriba volvemos a ser de nuevo cuatro, y Julián se pone delante a marcarnos el camino bajando por La Tronca que tiene un regajo a la salida de una curva a izquierda que me hace frenar en seco sino quiero dar con los huesos en el suelo. Cruzamos el Arroyo de la Sebastiana y nos viene otro repecho corto pero exigente que no deja en la carretera que va hacia El Álamo.

En la carretera nos toca pedalear por 4 km. hasta que lleguemos de nuevo al carril. Vamos ascendiendo y tras cruzar el Puente del Gago otro repecho y giro a la izquierda. Este tramo también es nuevo para nosotros. El camino es un cortafuegos amplio y de buen firme que de repente se lanza hacia abajo y tenemos que bajarlo con mucho cuidado. Justo abajo nos sale un carril que nos lleva al Arroyo del Cuaco. Tras cruzarlo nos viene una rampa de 300 mts. al 8,2% que tras coronar nos lanza de nuevo en descenso hacia el Arroyo Estival que nos espera con otra rampa más larga y exigente. Son 600 mts. al 9,1% que nos lleva a Las Cañadas.

De nuevo volvemos a terreno conocido, pero el grupo está roto. Arriba llego y espero muy poco a Mario, pero Paco está con la rodilla jodida y se le empieza a hacer larga la etapa, y Julián sigue a su ritmo. Menos mal que los próximos 4 km. son en el 99% de bajada y el último tramo lo bajamos a hierro. Cruzamos el Río Cañaveroso y nos viene un montículo que nos ha de dejar a las puertas de la rampa dura del día, el Puerto de Doña Austria, aunque a mi me gusta más llamarlo Charcofrío.

La subida cada uno a su ritmo ya que los 1,7 km. al 8,8% se hacen duros a esta altura del día. Arriba espero a Mario y tras un buen rato de charla llega Paco con muy mala cara, y peor rodilla, y Julián con el cuadriceps dándoles bocados. En ese momento decidimos que es mejor llegar al coche y no probar por la zona de la Dehesa del Perro que la dejaremos para dentro de dos semanas si el tiempo nos respeta.

La zona que ahora nos toca pedalear es muy agradecida ya que la mayoría de los km. son descendiendo, y algunos toboganes de subida se suben casi solos por la velocidad alcanzada en la bajada. Vamos pasando las zonas de Ventura, La Teja, Cañada Honda hasta llegar de nuevo a la carretera de El Álamo, que esta vez la cogeremos en dirección contraria. Esperamos un buen rato a Paco y Julián, tanto que incluso dudamos de ir a buscarlos, pero de repente aparecieron.

Ahora desandamos el inicio del día y vamos hacia Aznalcóllar donde nos esperan los coches.

Las sensaciones han sido buenísimas. Lo malo es que creo que mejor no me podrá salir el 20 de Marzo.

Aznalcollar