lunes, 29 de febrero de 2016

Montequinto - Los Palacios - La Corchuela - Montequinto

Esta mañana de lunes, al haber sido ayer festivo, nos ha permitido poder disfrutar de la bici con los amigos. Si bien Julián sigue renqueante y Mario acaba de vender su bici y no ha podido salir, Eduardo y su compadre se me han unido para ir a Los Palacios.
No tenía muy clara la ruta a realizar ya que los kilómetros eran sobre los cincuenta y no tenía claro que Eduardo quisiera hacer tantos, pero al final me sorprendió.
Salimos de Montequinto en dirección a Dos Hermanas por asfalto. Una vez en Arco Norte fuimos en busca de la N-IV en dirección Cádiz. Los primeros 9 km. son muy tranquilos pero no se pisa la tierra hasta pasar Las Portadas.
Ya por fin en tierra, vamos por la Colada de Los Palacios, es cuando les comento las variantes para llegar a Los Palacios y Eduardo prefiere hacer más km. e ir por carril de tierra. Por mi perfecto. Así que al llegar al cruce con la Colada de los Plateros giramos por ésta y vamos buscando el Canal del Bajo Guadalquivir. El tramos hasta el canal está muy compacto y con pequeños charcos que son fáciles de esquivar. 
El tramo del canal es muy llevadero y con ligero aire en el lomo nos hace ver cada vez más cerca el municipio. El canal pasa a ser Viaducto en un tramo del que nos tenemos que apartar y se coge la ctra. SE-9023. No la llevamos muchos km. ya que en cuanto podemos buscamos de nuevo las banquetas al lado del canal. Una vez en éste el cruce con la N-IV está cerca. El tráfico es muy fluido y podemos cruzar sin riesgos.
Ya estamos cerca de La Laguna que con la tierra muy apelmazada es fácil de atravesar. Volvemos al canal y en el primer desvío que nos sale nos encaminamos hacia el pueblo. 
El primer bar nos vale y tomamos un desayuno muy bueno en unos veladores con el sol calentándonos.
Volvemos a las bicicletas y como charlamos mientras desayunamos volveremos a Montequinto por el Canal hasta detrás de La Motilla.
Cogemos el canal en dirección contraria esta vez y sin desviarmos para ver La Laguna seguimos hasta cruzar de nuevo la N-IV que trae más tráfico. Seguimos camino por la margen izquierda del canal y al llegar al cruce con la Colada de las Plateras pasamos al otro lado siguiendo el canal. Por este lado hay mas tramos de sombra que aunque ya no hace el frío de esta mañana, si hace que baje la temperatura.
Al cruzar por debajo de la A-4 y seguidamente de la SE-3205 abandonamos el canal y buscamos un camino que nos lleva al Cortijo de Lugar Nuevo y de allí a La Motilla. 
Justo cuando estamos en Dos Hermanas me suena el teléfono y mi mujer me recuerda que me he llevado las laves de los candados de las bicis y la niña no puede coger la suya. Le tranquilizo en que ya estamos cerca. 
Al girar en Arco Norte cogemos el carril bici y les llevo a estos dos por el camino que uso muchas veces por entre el lago y el pensador. Subimos ya a Montequinto y bajada hacia casa. 
Momento de despedidas rápidas y para entregar la bici a Lucía

lunes, 22 de febrero de 2016

Guillena - La Cantina

Mas de tres años hacía que no iba a subir la Lenteja. Del grupo de los de siempre, solo Mario ha podido. Quedo con el más temprano para que no tenga problemas de salir de su casa por el maratón de Sevilla.
Mario se ha olvidado el bidón del agua y damos una vuelta por Guillena buscando algún sitio donde venda aquarius en botella de plástico y al no encontrarla se compra una botella de agua que llevara en la espalda durante la ruta.
Tras diez minutos de vueltas por tiendas regresamos al Cordel de la Cruz de la mujer y empezamos a subir. El ritmo es muy pausado y aunque no hay pendiente dura vamos guardando. Al llegar al desvío del camino restringido lo cogemos.
Vamos igual de pausado entre charla y observando el paisaje. Somos adelantados por varios grupos de ciclistas y nosotros adelantamos a dos corredores de a pie. De vez en cuando paramos para que Mario pueda beber ya que la botella es de rosca.
A lo lejos está ya la Cantina y nos preguntamos si todos los que nos han adelantado estarán desayunando. Al llegar solo había dos ciclistas. El desayuno es muy lento allí pero también nos sirve para descansar antes de la subida. Lo simpático del momento es un gallo que da vueltas alrededor de las mesas y cuando los dos hombres se van pega un salto y se sube a su mesa para terminarse las tostadas de ellos. Con nosotros hizo lo mismo pero solo recogió migas.
Mario me comenta que si me encuentro mejor que siga a delante. Solo le digo que si pone pie a tierra si lo haré, sino estaré a su lado. Es de las subidas más bonitas que hay por sus contra curvas que te hacen ver al resto de ciclistas desarrollando su labor. A mitad de ascensión cogemos a uno y lo pasamos y el grupo que viene detrás nuestro dejamos de verlos. Llegamos arriba y paramos para que vuelva a beber y emprendemos la marcha en la cuesta que está de maravilla. Se puede bajar sin tocar frenos ya que los laterales el firme está compactado.
En el descenso a Guillena nos encontramos con tres repechos, solo el primero más largo y algo duro y por lo demás en un santiamén estamos en los coches.
Estiramos y montamos las bicis y para casa.
Genial volver a Guillena.

lunes, 8 de febrero de 2016

Sevilla - Olivares

He quedado solamente con Mario ya que el resto o seguía convaleciente o tenía guardia. A las nueve como un reloj apareció Mario y empezamos a pedalear en busca de nuestro destino.
El ritmo ha sido muy tranquilo. Todo el mundo nos adelantaba. Tiramos hacia el estadio Olímpico y de allí a Santiponce donde cogemos la carretera que sube a Valencina y a la altura de la Ruta del Agua giramos a la derecha y la cogemos. Nos pensábamos que con la poca lluvia de anoche habría algún que otro charco, pero el terreno seco como la mojama. En el cruce con la Cañada Real de la Isla Mayor descansamos un poco y Mario intenta averiguar como funcionaba su GPS. 
Volvemos a la marcha y ya empezamos a divisar La Alondra, que son las casa que hay en la subida hacia Olivares. Poco a poco nos acercamos y tras un respiro antes de subir, comenzamos. El ritmo es muy conservador y vamos uno al lado del otro hablando. Al llegar arriba nos dejamos caer durante dos km. para volver a subir ligeramente hasta el municipio. Callejeamos un poco y llegamos al bar donde el dueño nos abre la cancela trasera para que dejemos las bicicletas.
Tras un espectacular desayuno cogemos de nuevo las bicis. la vuelta la hacemos por la Vereda de Espadero que es mas suave que la subida del depósito pero tiene tramos un poco técnicos por las lluvias que han dejado el terreno muy quebrado. Llegamos a la Ruta del Agua y giramos a la derecha donde nos ha de llevar de nuevo a casa.
Al llegar al cruce donde paramos antes tiramos por ahí ya que queremos variar un poco el camino. Al enganchar con la Vía Verde de Itálica descansamos otro poco. Ya de vuelta a las bicis, se nota que el ritmo es superior por el descenso del terreno. Al llegar a Santiponce vemos a mucha gente del running y por lo ha visto ha habido una carrera. Vamos en busca del estadio olímpico y casi al llegar a él adelantamos a una pareja y me doy cuenta que es a los únicos que hemos adelantado en todo el día.
De allí al coche hay poco trecho. Estiro bien antes de subir la bici al coche y para casa.