domingo, 13 de diciembre de 2009

Bollullos – Vado Quema – Villamanrique – Aznalcázar – Benacazón – Bollullos

El frío está llegando y alas 7,30 hemos quedado Paco y yo para que nos recogiera Julián, así que esperamos a que Julián llegase, jejeje

Ya en el coche nos fuimos los tes a Bollullos, y allí llegó al rato Mario. Preparamos las bicis y nuestros cuerpos para el frío y empezamos a pedalear.

Salimos del pueblo por el Camino de Rianzuela que más adelante pasa a ser el Cordel de Triana a Villamanrique de la Condesa. El día estaba nublado pero sobretodo el frío que nos ha hecho ir más despacio. Más adelante nos sale una bifurcación donde cogemos la de la derecha para coger la Vereda de Marlo que no la utilizamos mucho ya que al instante cogemos un camino sombrío que siempre nos lo hemos encontrado encharcado menos esta vez. La temporada de sequía que estamos arrastrando conlleva estas cosas.

Salimos de la zona díficil, en teoría, y como últimamente que hemos realizado esta ruta, hemos encontrado otra variante mucho más larga y bastante ciclable, excepto una pared en la que hemos tirado pie a tierra. Pasada la pared, seguimos por este camino con algún tramo arenoso en la bajada que ha dado algún susto que otro.

El camino finaliza en la carretera que está mal señalizada ya que en mitad de una carretera como puede haber un km. 0.

Google Maps_1260729883095

Continuamos por la carretera en busca de nuestro camino principal. Es un tramo que de vez en cuando pica un poco para arriba y con el hambre que tenemos a más de uno se nos hace pesado.

Llegamos al cruce con el Cordel del Camino de los Playeros y abandonamos el asfalto por la pista bien compactada. Este carril nos debe de llevar al Vado de Quema, pero justamente cuando Julián reconoce que es su terreno, lanza un ataque que no le sirve para nada ya que a los pocos segundos tenemos que parar todos por que he pinchado. Entre unas cosas y otra perdemos un buen tiempo. Volvemos a las bicis y en un santiamén llegamos al Vado que lo ve Paco por primera vez, pero nos vamos pronto de él ya que bastante tiempo hemos perdido con el cambio de cámara.

Cogemos la Cañada real de los Isleños hasta el cruce con la Cañada Real de Carrascal, donde giramos para que nos lleve a Villamanrique de la Condesa donde hemos desayunado.

En el bar Julián ha sido el encargado de vigilar las bicis y ha cumplido de maravilla, ya que no paraba de mirar por la puerta para echarle un ojo a ellas y a un ciclista que esta enmedio y parecía que se estaba empezando a mosquear con las miraditas.

Dejamos el bar y el pueblo y desandamos nuestro camino de ida pero sin dejar la Cañada Real de Carrascal en ningún cruce hasta que ya cerca del río Guadiamar nos sale un camino que nos lleva a su orilla. Seguimos por su costado occidental hasta llegar a la carretera que une Aznalcázar con Pilas.

La cruzamos y cambiamos a la otra orilla por lo que es el Corredor Verde del Guadiamar. El ritmo había sido muy tranquilo en todo el día, pero ahora que teníamos cerca la subida fuerte del día, se notó incluso más el ritmo cansino. Por fin llegamos al puente donde hacemos la paradita reglamentaria para prepararnos para la contienda.

La subida comienza muy suave, ya que el primer km. es del 4,6 %, y tan solo tiene un repecho de 150 mts. al 8,6 % que no fue mu significativo ya que seguíamos Mario y yo juntos. El 2º km. es mas duro, 5,5 % de media, por dos fuertes rampas. La primera es del 12,5 % pero de solo 50 mts. y fue donde ataqué, aunque no era mi idea, pero como Mario se quedó pues aproveché. Me fui preparando para la segunda rampa, que es más dura, y vi de reojo como Mario se acercaba, así que decidí descansar un poco para e arreón final. Llegué al inicio de la rampa con un poco de ventaja y lo di todo. Es un tramo de 400 mts. al 8,5 % con picos del 16 % durante 100 mts. Al llegar arriba falta muy poco para llegar al lugar donde solemos reagruparnos y fui conservando la ventaja. Paco hubo un momento que se acercó mucho a Mario, pero Mario es mucho Mario y cuando arrea tiene tela.

Ya parados, las bicis, por que nosotros seguíamos moviendonos por que parar de golpe no es bueno esperamos a que Julián llegase. Ya todos juntos nos viene una de las zonas de más toboganes, que no se me suelen dar bien. Julián vio su terreno y como no iba atacar, pues nos hizo ponernos a todos a fila india y aprieta para no ser el último. Fuimos tan rápidos que cuando nos dimos cuenta llegamos al PIBO, punto donde dejabamos de ir al lado de la autovía de Huelva, para encaminarnos hacía los coches.

Todavía faltaba otro tirón fuerte, ya que para llegar a Bollullos hay una rampa donde nos encabritamos pero Paco dio un buen golpe en la mesa que solo le siguió Mario. Ya solo queda bajar hasta los coches. Estiramos, montamos las bicis en los coches, y para casa.

2 comentarios:

acipenser dijo...

bien, bien, jeje.

Francisco Martin dijo...

Que conste que el comentarista se olvida del arreón final que empezó a dar Julian antes de llegar al PIBO, el cual Mario con alguna que otra estratagema digamosle "poco ortodoxa", casi lo manda a la A49, a petición de la plataforma "Y esperamos a Julián, pedimos se estudie el caso del adelantamiento.