domingo, 20 de diciembre de 2009

Montequinto – Gerena

Mañana fría donde las halla. A las 8 de la mañana salía de casa bien abrigado para ir hacia Sevilla, ya que, había quedado con Julián a las 8,30 en el Costurero de la Reina.

La salida de Montequinto, la hice por la Pablo Olavide y al llegar a Sevilla el termómetro marcaba 2º. Los pies y las manos, lo peor. Una vez que Julián llegó nos fuimos hacia el Estadio Olímpico para dirigirnos hacia Santiponce. Allí cogimos el carril del Antiguo Ferrocarril de las Minas de Aznalcóllar al Río Guadalquivir. Estaba en muy buen estado con algún charco congelado pero lo peor estaba por llegar.

Cuando al cruce de la Cañada Real de la Isla Mayor, decidimos seguir por nuestro camino en dirección Gerena-Aznalcóllar. A partir de aquí, el barro era el protagonista, tanto que en tramos nos teníamos que bajar por que el miedo a caer a los charcos helados era muy grande. Seguíamos pedaleando a menor ritmo hasta que llegamos a cruce de caminos que el que nos cruzaba parecía una autopista. Nos gustó tanto que lo cogimos, ya que parecía que iba a Gerena, pero a los 2 km. se acababa en una campo de terreno fangoso que nos hizo dar la vuelta.

Volvimos hacía atrás a coger de nuevo el camino que llevábamos y si la cosa era mala, empeoró. Hubo momento donde no podíamos pedalear ya que el fango se iba a la horquilla por delante y al cuadro por detrás y no se podía andar. Al salir de esta zona, quitamos el principal barro y nos montamos de nuevo en las bicis y la solución fue ir cruzando todos los charcos helados ya que al mojar el barro se iba cayendo. Cada vez que cruzaba uno daba un no se que, ya que crujía mucho y me daba miedo que el hielo cortase las cubiertas. Por fin llegamos a la carretera que une Olivares con Gerena, después de 5,5 km. de fango. Al borde de la carretera limpiamos el principal fango con un palo y nos fuimos para el pueblo.

Al llegar buscamos la gasolinera y le dimos un baño a nuestras niñas, que se habían portado muy bien. Buscamos un bar donde desayunamos, y decidimos que la vuelta iba a ser por carretera ya que llevábamos 43 km. y todavía faltaban un montón.

Al salir cogimos la carretera de salidas del pueblo hacia Sevilla que nos llevó hasta la N-630. Antes nos adelantaron varios grupos de ciclista de carretera que daba gusto verlos pedalear. Al llegar a una carretera más grande teníamos más arcén e íbamos más seguros. Al llegar a Santiponce cruzamos el pueblo en busca de Camas, que también la pasamos entera hasta llegar al Puente de Hierro de San Juan.

Cruzamos el puente y llegamos a Sevilla por la parte trasera de la Feria de Sevilla. Seguimos callejeando hasta el cruce de la av. de la Paz donde me despedí de Julián y el termómetro marcaba 10º. Me dirigí hacia la Olavide y después a Montequinto donde me esperaba una gran ducha de agua calentita.

No hay comentarios: