Esta mañana solo hemos salido tres, Mario, Julián y yo. Salimos del pueblo en busca del parque fluvial Majadallana, ya que el domingo que viene se celebra allí el Provincial de Sevilla de Rally y estamos apuntados.
Tras ver un poco del parque, que no el circuito, ya que todavía no está marcado, decidimos ir a hacia Castilblanco a desayunar y después a San Benito.
Retrocedimos nuestros pasos y cogimos la carretera que va hasta Alcalá del Río y a los pocos mts. giramos a la derecha para ir dirección Burguillos. Si poco nos duró una carretera, menos no duró la segunda, ya que giramos por el camino de tierra que va en busca del Canal de Viar.
Una vez rebasado el canal, nos viene 6,3 km. al 4,7% en busca del Cebrón. Hasta que no llevamos 3,3 km. no nos viene el primer descansillo y la media alcanzada ha sido del 5,3%. Tras 600 mts. llanos nos viene un repecho corto de 300 mts. para dejarnos caer un poco y finalizar la cuesta con el tramo más duro. Pasamos a un tramo en línea recta de 1,5 km. al 5,9% pero con el terreno realmente agrietado, y que psicológicamente es duro. Los últimos 200 mts. me dejo de ir para no para en seco y al poco llega Mario. A Julián lo esperamos un poco más y continuamos la marcha hacia Castilblanco.
Tranquilamente llegamos a Castilblanco, aunque primero debemos de esperar de nuevo a Julián que por estas horas ya ha empezado con su tournée de cambio de ropa. Primero tengo calor y me quito la chaqueta, luego tengo frío y me la pongo, y así alguna vez que otra más.
Tras el desayuno nos dirigimos a San Benito que siempre está muy lleno de gente el camino y como casi todo es en bajada, llegamos pronto.
Tras comernos una barrita reemprendemos el camino, y nada más salir del recinto de San Benito, paramos Mario y yo a hacer nuestras necesidades y Julián continúa pensando en que lo vamos a coger, pero al volver a las bicis, Mario se da cuenta que la mochila se le ha roto y ha perdido el móvil y el DNI. Vamos muy despacio todo el camino mirando a ver si lo encontramos, pero no hay suerte. Julián no lo encontramos en Castilblanco extrañado de nuestra tardanza.
Ahora somos tres buscando y seguimos yendo muy despacio y la vuelta al coche se hace eterna. Tras mucho buscar llegamos de nuevo a Villaverde y no hemos encontrado lo perdido.
Espero que Mario la semana que viene se lleva una alegría.
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