sábado, 22 de noviembre de 2008

De Ruta por el Corredor de la Plata

Esta mañana hemos quedado Mario, Eduardo y yo en Guillena para hacer una ruta que Eduardo había pintado por el Mapsource. Sabíamos que estas rutas no suele ser tan fáciles que se ven en el mapa, ya que a veces el camino es particular y eso no lo sabíamos.

Hacía mucho frío y empezamos a pedalear saliendo de Guillena por la Colada de los Toriles. El camino estaba muy bien y nos parecía increíble que tantas veces hemos venido a Guillena y no supieramos de este camino.

A los pocos kms. nos vino el primer problema, ya que la Colada de los Toriles está cortada por una Urbanización que se ha apropiada de ella. Esta primera contingencia la solucionamos cruzando campo a través hasta llegar a un camino de tierra que nos llevó a la carretera que une Guillena con Las Pajanosas. Al llegar a Las Pajanosas decidimos seguir en busca de El Garrobo y desayunar allí.

Claro que una vez que salimos del pueblo perdimos el carril que nos debía de llevar a El Garrobo. Continuamos por la carretera ya que lo planes los cambiamos y ahora nuestra intención era llegar a el Puerto de Asfalto que hemos hecho otras veces.

El Gps nos mandó por una carretera que nos avisaba que estaba prohibido el paso, pero desatendimos el cartel. Era en constante subida y como el cartel anunciaba a pocos kms. había una valla que nos impedía continuar.

Mirando el Gps vimos que a un km. escaso estaba la Lenteja, pero nos teníamos que meter por un camino particular del cual no paraban de sonar los tiros de los cazadores. Decidimos volver a Las Pajanosas y desayunar.

La vuelta fue rapidísima ya que todo el camino fue en bajada y llegamos muy rápidos. Desayunando, decidimos intentar ir a El Garrobo, y después de perdernos varias veces por sus calles, llegamos al camino. Es una trialera en constante subida. Lo malo fue que en un despiste mío me fui al suelo. Mejor dicho a la zarza. Fue una caída que no me ocasionó ningún daño, pero nos sirvio para esperar a Eduardo.

Una vez que se unió al grupo seguimos y llegamos al pueblo en un santiamén. Como ya era tarde decidimos continuar con esta etapa en otro día y regresar a los coches.

La bajada de la trialera fue dejando a Mario que se escapara y Eduardo y yo a nuestro ritmo. Ya en Las Pajanosas hablamos de no volver a cruzar por el campo a través, así que cogimos el carril de la ruta del Agua que nos llevó a Guillena. Estiramos y para casa.

No hay comentarios: