Mañana fresca en la que el cansancio antes de pedalear me puede. Anoche fui al teatro con Merchi y mis vecinos y entre que era súper estrecho y la pierna no sabia donde ponerla, con el dolor que me daba, y que salimos tarde y nos fuimos a tomarnos una copa, pues cuando ha sonado el despertador solo las ganas de montar en bici me han hecho levantarme.
Hemos salido solo Mario y yo, y nada más empezar bajamos toda la media fanega con lo que el cuerpo se nos heló. Buscábamos el sol como locos y las primeras rampas que nos acercaban al Embalse de la Minilla, las agradecíamos.
Ya llegamos al embalse y cogimos el Camino del Antiguo Ferrocarril de las Minas de Cala. Es un camino precioso con las colinas a nuestra derecha y el agua embalsada a la izquierda. Los km. siguen y tras pasar varias vallas llegamos a la carretera que nos ha de llevar a El Ronquillo.
Es una subida de casi 4 km. y con un desnivel de 175 mts. que en su primera parte es la más dura. Empezamos charlando los dos mientras subíamos pero cuando me di cuenta Mario se había quedado. Proseguí la subida pero baje un poco el ritmo y cual fue mi sorpresa cuando en una que miro hacia atrás veo que se me acerca como un poseso. Volví a apretar lo que pude y me separé un poco de él. Llegué arriba y apenas lo esperé.
La sensación fue que la inactividad no la había notado mucho. Desayunos y seguimos hacia Los Lagos del Serrano. Primero vamos por el Cordel de Guillena y después por el de la Cruz de la Mujer hasta que al llegar a la urbanización nos metemos por un camino que a pocos kms. nos hace volver a la Cruz de la Mujer.
El camino es perdiendo altura hasta que llegamos al cruce de caminos que nos llevaría a Castilblanco pero nosotros vamos hacia la Central. Bajamos rapidísimos la cuesta de los Toros, sobretodo Mario y estamos en la Rivera de Huelva.
Pasamos al otro lado del río y mientras nos comemos unas barritas nos pasan tres ciclistas. Reemprendemos la marcha hacia la cuesta del Asfalto. El camino esta muy deteriorado pero por fin llegamos ya al asfalto, pero también empieza la subida. Primero es ondulante pero al llegar a la urbanización cerca de la Central el camino empieza a ascender más y más.
En este punto vemos a los tres ciclistas y aumentamos el ritmo cosa que hace que pasemos primero a uno de ellos y luego a la otra pareja, pero en este punto la fuerzas se me han acabado y Mario aun que me anima a seguir no puedo llevar su ritmo. El me espera arriba y a falta de unos cien metros uno de los ciclista me da alcance pero saco fuerza de donde nos las tengo y llego segundo.
Esto nos sirvio de risas a Mario y a mí diciendo que al final creía que iba a quedar tercero. Después de la parada que fue larguita ya que no tengo físico ninguno, nos volvemos a montar.
Nos queda por delante la Media Fanega. Estamos abajo y vemos a los tres ciclista que no se pararon a lo lejos. Mario me comenta que subamos a ritmo y yo le digo que haré lo que pueda. Son 2,5 km. pero me parecen una eternidad. Vamos subiendo como puedo hasta que a falta de un km. no puedo seguir el ritmo de Mario y desisto en intentar la heroica que no me va a llevar a ningún sitio. Me arrastro sobre la carretera pero consigo llegar a los coches y después de estirar volvemos para casa.
Mañana rara en la que después de la primera cuesta no me esperaba el resultado final.
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