domingo, 3 de noviembre de 2013

Sevilla – Alcalá del Río

Por fin una ruta entre amigos, o eso creía yo, antes de los ataques, pero no avancemos nada.

Quedo con mi vecino Paco a las 8,15 para montar las bicis en su coche. Tras tardar un poco más de lo esperado salimos a por Julián que aparcando nosotros estaba ya abajo. También nos costó un poco montar su bici pero salimos.

A las 9 ya estábamos en el Alamillo con las bicis bajadas y en busca de Mario que nos esperaba para poder salir.

La mañana era menos fresca de lo esperado. Al principio es bastante carretera para salir de Sevilla por San Jerónimo y después, al menos, cogemos el carril bici que nos lleva a La Algaba. El ritmo es muy tranquilo, cosa que agradezco. Salimos del pueblo hacia Santiponce pero a casi un km. giramos a la derecha, donde vimos a un abuelete en mitad de la carretera hablando con su colega mientras los coches debían de frenar para no quitarlos de la lista de pensionistas españoles.

Ya vamos por carril de tierra por el Camino de Guillena y vamos mas apretujados para poder hablar mas tranquilo. Llegamos a la Casa de la Huerta del Vizcaíno y volvemos a la carretera que nos acerca a la pedanía de Torre de la Reina.

Al final de la población giramos a la derecha y callejeamos un poco para salir por la carretera SE-9025 que no encamina hacia Alcalá del Río. Al poco soltamos la carretera para girar a la izquierda por un carril de tierra. Este nos lleva más adelante a la misma carretera que cruzamos perpendicularmente para coronar la tachuela del día.

Nada más cruzar por encima del Arroyo de Herreros viene una tachuela donde vemos un ataque de Julián que le hace coronar el puertecillo destacado. Por eso decía antes lo de los “amigos”, pero todavía queda más.

Llegamos al pueblo y tras cruzarlo un poco desayunamos. Lo mejor del día. Un rato de charla y vuelta a las bicis. El camino de regreso es exactamente el mismo, que no tiene la menor incidencia hasta llegar a La Algaba, donde pongo un poco más de ritmo y estiro un poco el grupo pero a buen ritmo, hasta que al salir de una rotonda ataque de nuevo de Julián contestado por Paco a lo que no puedo seguirlos y Mario me sigue. Poco a poco se van alejando y a la entrada de San Jerónimo nos esperan para de nuevo ser un cuarteto.

Bajamos pulsaciones para llegar al coche mas tranquilo, dejando a Mario en el Alamillo, donde volvemos a nuestra lucha con las bicis.

Lo mejor del día poder salir con mis “amigos”

1 comentario:

acipenser dijo...

Jeje, dos ataques en un día. Ha estado bien. La diversión no ha faltado.