lunes, 11 de febrero de 2008

Un fin de semana MARAVILLOSO

Empezó el fin de semana yendonos a un pinar por las
afueras de Puebla del Río. Primero llegamos mi mujer, Lucía y yo, y buscamos el mejor sitio para preparar la barbacoa. Dimos un paseo por el campo guiandonos nuestra hija que decía que ella sabía ir por el bosque.

Despues llegaron mis cuñados Antonio y Mari, y sus hijos Laura y Antonio, y Raquel que es una amiga de Laura. Montamos las barbacoas y las encendimos. Al ratito llegaron los abuelos y Chari, Antonio y Marta que es la más pequeña de la familia. Ya solo faltaban Juani, Isabel y Alba, que tardaron un poquito más.











Mucha comida, bebida y juegos. El día se pasó volando. Por la tarde celebramos el cumple de Lucía y al ratito recogimos y para casa.



El domingo quedamos temprano por que nos ibamos a Utrera a hacer la Media Centena. Ya la intentamos una vez Mario, Eduardo y yo, pero cuando llegamos a El Coronil volvimos a Utrera por carretera ya que nos perdimos varias veces.

Esta vez ibamos con fuerzas renovados, y con el track metido en el Gps para no perdernos e ir a tiro hecho.

Al principio mucho frío que solo se nos quitó cuando llegamos a El Palmar de Troya y por que nos tomamos el cafelito calentito y las tostadas para reponer fuerzas, que siendo sincero hasta ahora no habíamos gastado mucha.
Al salir de la cafetería nos hicimos unas fotos dejando El Palmar de Troya a nuestras espaldas. Como teniamos dudas de si ibamos bien por el camino, Mario le preguntó a este amigo para que nos indicará.


Pasamos La Laguna de Zarracatín y empezó el camino a ser un sube y baja. La primera subida fuertecilla fué por asfalto, con lo que se llevó bastante bien.
Cruzamos una urbanización de calles sin asfaltar, y nos dirigimos a la zona del embalse de Torre del Aguila. Esta parte se nos hizo tediosa la otra vez, y esta le fué al rebufo.






Despues de quitarnos el barro de las bicis nos dirigimos a las cuestas cortas pero muy pronunciadas antes de llegar a El Coronil.

Bordeamos el pueblo y cogimos otro camino de tierra que nos llevaría a Los Molares.

Por desgracia antes de llegar, Julián se cayó por que se le cruzó una cabra, y para más INRI ya en el pueblo yo me confundí con el track y al dar media vuelta otra vez Julián cayó al suelo haciendose un poco de daño en la muñeca.

Comprobación de no tener daños y camino a Utrera a finalizar la ruta.

Una vez en los coches a montar los portabicis, y vuelta para casa y a comentar en el coche como nos había ido el día y las sensaciones que habíamos tenido.

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