Esta mañana hemos quedado en la rotonda del Alamillo: Mario, Eduardo y Paco que es un amigo de Eduardo.
Fuimos en dirección al Estadio Olímpico para de allí dirigirnos a Santiponce. Por esta zona todavía no nos encontramos ninguna zona con excesivo barro. Al llegar al pueblo vamos en busca de la Vía Verde que era el antiguo ferrocarril de Aznalcóllar a el Guadalquivir. No soltamos esta vía hasta cruzar con la Ruta del Agua. La zona se va enfangando a pasos agigantado. Hasta llegar a la altura de la subida de Olivares aunque no me encontraba muy bien, iba siempre en cabeza, pero a partir de aquí, primero me cogió Paco y cuando se me escaparon Mario y él, al rato me alcanzó Eduardo. Tenía una señora pájara. Cualquier repecho se me hacía como la cuesta más dura.
Al llegar a las cercanías Gerena, Mario y Paco nos esperaron, pero cuando estábamos buscando el bar para desayunar, no era capaz de subir las cuestas del pueblo. Iba con todo el desarrollo y aún así me costaba.
Desayunamos y decidimos que la vuelta sería por el mismo camino ya que los repechos no son tan duros como hasta ahora.
Parece que la tostada y cacho de pastel de almendra que llevaba Paco me recuperó un poco el cuerpo, ya que desde la salida del pueblo, salí con la idea ir el primero a mi ritmo y que me fueran adelantando. Cual fue mi sorpresa que pasaban los km. y seguía solo. No miré ni una vez hacía atrás para no desmotivarme.
Después se unió a mi Paco pero venía solo y aunque me costaba seguir su ritmo en los repechos llegamos juntos hasta la intersección de Olivares. Allí paramos para esperar al grupo y me comí una barrita. Reemprendimos la marcha y llegamos a un fuerte repecho de unos 200 mts. en el que me dio un tirón en el muslo y tuve que parar para estirar. A partir de aquí el camino tiende a bajar y mi pierna lo agradeció. Llegamos a Santiponce y buscamos una gasolinera para limpiar las bicis.
Una vez limpia Paco siguió para Camas y de allí a Triana. Nosotros seguimos por nuestro camino de regreso cruzando el Estadio Olímpico y ya allí estábamos al lado de la Rotonda Olímpica donde empezó toda nuestra aventura.
Mal comienzo de año, sobretodo si lo comparo con el 2008 donde estuve siempre en cabeza y de repente me veo en el furgón de cola. Lo mejor es que a partir de ahora solo puedo mejorar.
1 comentario:
Quillo! Los años tienen muy mala leche! jeje
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