viernes, 8 de octubre de 2010

Inicio pretemporada

Después de llevar a Lucía al cole, he salido pitando para casa por que he quedado con Julián para salir a dar un paseo.

La idea es empezar a probar como asimilo el rodar entre un 60-65% de la FC max.

Salimos hacia el hipódromo y con mucho cuidad ya que cualquier subida hace que las pulsaciones quieran subir. Tranquilamente llegamos al hipódromo y nos lanzamos cuesta abajo hacia Dos Hermanas. Resulta increíble que con tres carriles y pegados a la derecha nos pase un garrulo pitándonos y a menos de un par de mts. Por lo visto idiotas también los tengo en mi pueblo.

Cogimos hacia la espalda de la Motilla y al inicio de la cuesta paramos por que Julián ha pinchado. Tras el arreglo hemos continuado y se ha acabado el asfalto. Pasamos por el Cortijo del Lugar Nuevo y vamos en busca del Canal del Bajo Guadalquivir.

Cerca del canal cuando miro para atrás veo que voy sólo. Me paro y como el tiempo pasa y Julián no viene, retrocedo en su busca. De repente lo veo arreglando otro pinchazo que al final resultó ser que la cámara nueva era un poco vieja y estaba estropeada. Continuamos nuestra marcha ya pegados al canal que está casi vacio, con lo que la poca agua que lleva está corrompida y deja un olor y una cantidad de mosquitos que nos hace hablar poco para no engordar.

Este tramo me ha resultado muy fácil ya que he podido ir a buena velocidad manteniendo pulsaciones. Cerca de Los Palacios, la arboleda que acompaña el canal desaparece y el viento me dificulta mucho llevar el control de la FC.

Al llegar a la N-IV nos hemos tenido que parar un par de minutos ya que nos era imposible cruzar esos 10 mts. Al reemprender la marcha seguimos pegados al canal hasta llegar a la AP-4 que la seguimos por el carril de tierra en dirección a Dos Hermanas. El terreno es más ondulante y Julián se me escapa varias veces y me ha de esperar. El carril está muy roto cerca de la ciudad pero por fin llegamos al asfalto donde de nuevo me es fácil acelerar y llevar un buen ritmo controlado.

Cruzamos por la periferia Dos Hermanas hasta volver hacia el hipódromo donde nunca había subido esta cuesta tan desahogado. Ya arriba nos dejamos caer hacia casa donde Julián continua hacia la suya.

La conclusión es que para llevar un buen control necesito un terreno llano pero llano sin apenas repechito y a ser posible de asfalto, al menos hasta que suba al siguiente escalón.

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