Esta mañana hemos quedado Merchi y yo, con mis compañeros Carlos y Bea en Bormujos para desayunar y hacer la vía verde. Cuando cojo las bicis, le hecho aire en las ruedas y la trasera de Merchi se medio pincha. En el garaje de Renault minuto le cambio la cámara. Salimos de casa con diez minutos de atraso del tiempo previsto y llegamos diez minutos tarde al bar donde desayunamos y me dan mi regalo de cumpleaños. Unas gafas chulísimas. Si bien mi cumpleaños es mañana, decide que el peso del regalo lo lleve yo.
Nos montamos en el coche y salimos hacia San Juan del Puerto. Aparcamos en una calle que nos da confianza para dejar allí los coches una noche. Preparamos las bicis y nos hacemos fotitos.
Buscamos la salida del pueblo y entrada a la vía verde. Los primeros 8 km. no ofrecen visualmente nada bonito. Llegamos a Trigueros y buscamos un bar donde Carlos y Bea compran unos bocadillos para el tentempié de mediodía. El pueblo es en subida y después en bajada a su salida.
Dejamos a nuestra derecha el cruce que nos llevaría a Beas. Esta a casi 4 km. La pendiente empieza a notarse. Merchi no me sorprende ya que aunque su debilidad son las bajadas, se porta muy bien en las subidas. Bea lo pasa más mal y Carlos se queda con ella.
El camino sigue subiendo y llegamos a la Antigua Estación de Eligio, donde más a delante hay una gasolinera y restaurante donde nos tomamos unas cervezas y refrescos.
Reemprendemos la marcha y el carril se alquitrana, pero la dureza de la subida es mayor. En esta parte Bea lo pasa peor. Merchi sigue en plan campeona y aunque le cuesta avanza bastante. A falta de 3 km. de la meta preguntamos a una mujer que pasea por la vía si hay algún descansadero cerca y nos indica uno a escasos metros. Allí esperamos a Bea y Carlos. Estamos en la parte más alta de la ruta. Ahora nos viene un poco de bajada hasta el pueblo.
Al llegar a él, se acaba la vía y nos pasamos a la carretera. Vamos en fila india a paso lento para ir todos juntos. En un rato llegamos al hotel donde tenemos la reserva hecha. Nos manda a nuestras habitaciones y tras una ducha os ponemos guapos y salimos a dar un vuelta por el pueblo. No tiene mucho que ver. Toda su fama se la debe a la producción de los Botos.
Vamos buscando un sitio para cenar mientras paseamos.
Cenamos en el Bar Terraza, muy bien.
De vuelta al bar de al lado del hotel donde estuvimos pasando un buen rato bebiendo y charlando. A las 12 más o menos a la cama que mañana toca volver a pedalear.
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