domingo, 3 de mayo de 2009

Guillena-Cantina-Lagos Serrano-El Ronquillo-Venta Alto-Guillena

Salida dominguera que en principio iba a ser dura y que después de que ayer estuvimos en la Feria, ha sido más dura.

Salimos de Guillena por el Cordel de la Cruz de la Mujer en constante ascenso, ya que en 9 km. hemos subido 243 mts. de altitud. Para empezar nos ha dejado las piernas ya cansaditas y el calor empezaba ya a subir.

Bajamos a la Cantina y continuamos bajando hasta llegar a cruzar el puente de la Rivera de Huelva para llegar a las inmediaciones de la cuesta de los Toros. Julián no la ha subido nunca y yo se la he comentado pero la verdad que cuando estas en ella te das cuenta lo dura que es.

Empieza en un zigzag bastante suave y después cogemos una curva a derecha que ya recrudece la subida pero más adelante al pasar una manada de toros a nuestra izquierda entramos en la zona de pendiente más fuerte. Poco a poco pasan los mts. y por fin llegamos arriba de la cumbre.

Más adelante hay un cruce que si lo coges a la derecha te lleva a Castilblanco, pero nosotros hemos girado hacia la izquierda para ir hacia Los Lagos del Serrano.

Al principio es en bajada pero ya sabemos que las bajadas pasan rápido y volvemos a encontrarnos un pendiente de unos 2 km. en los que ganamos 108 mts. Julián se ha cruzado con un par de ciervos. Ya arriba hay unos 5 km. de toboganes con más subida que bajadas que nos hace pasar por la urbanización de Los Lagos.

Un poco de llaneo y bajada que nos lleva a El Ronquillo donde me he comido dos alpargatas por tostadas que me han vuelto a dar unas fuerzas grandiosas.

Volvemos a pedalear y cruzamos el pueblo y empezamos a bajar por una carretera serpenteante de unos 4 km. donde bajamos 150 mts. y llegamos a las inmediaciones del Embalse de la Minilla.

Aquí hemos cogido el Camino del Antiguo Ferrocarril de la Minas de Cala que va bordeando el embalse por unos parajes que siguen dando esplendor a nuestros ojos. Cruzamos varias vallas para retener al ganado y volvemos a la antigua carretera de Mérida que nos lleva a la cuesta de la media fanega.

Es una carretera vieja y sin tráfico de unos 4 km. y con un desnivel de 200 mts. y le tenemos que sumar un gran viento en contra. La subida ha sido dura pero por fin estamos arriba. Las vistas son maravillosas.

Empezamos ha perder altura en dirección a Las Pajanosas pero el viento no nos da respiro y aunque casi todo es bajada no podemos parar de pedalear. Ya en Las Pajanosas giramos a la izquierda para coger la carretera que nos lleva a Guillena, que es más peligrosa ya que no tiene arcén y el viento nos desvía con lo que el miedo es grande.

Aunque parezca mentira hemos llegado y después de los estiramientos y montadas la bicis en el coche nos volvemos para casa.

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