Las sensaciones no han sido nada buenas. He salido casi a las 6 de la tarde por la calor que hace pero tras unos ajustes que hice el otro en las calas para ver si consigo la posición correcta ha sido un calvario cuando he llegado a casa. Pero empezaremos por el principio.
Salgo hacia Torrequinto y empiezo a notar como el día va a ser duro no por la calor que ya está bajando sino por el viento que como siempre me equivoco de dirección, ya que creo que lo llevo de cara y pienso que una vez en Alcalá voy a correr hacia a casa con el viento a favor.
Pero como digo me equivoque y al llegar al puente del dragón empecé a notar levemente que me iba dando en la cara pero entre que el montículo de la retama y la arboleda del Guadaíra me tapaban se podía llevar. Cuando salí al descubierto la cosa iba empeorando hasta llegar al puente del canal donde me cogió bien de cara. El ritmo lentísimo. Y como pude cada vez que giraba un poco el carril lo agradecía.
Llegar a Condequinto parecía imposible pero poco a poco me fui acercando. Cruzo por el puente del metro donde de nuevo soplaba con ganas y ya para casa.
Estiro todo lo que puedo pero tras la ducha empiezo a notar que el cambio ha sido erróneo ya que las dos rodillas las tengo doloridas, sobretodo la izquierda.
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