Por fin vuelvo a la bicicleta que hacia tiempo que no la cogía. Esta mañana, Paco y yo hemos salido de casa con el día encapotado. Salimos de Montequinto por la carretera que te lleva a la Pablo de Olavide, que tras dar un poco de vuelta por ella, la abandonamos para coger el Canal del Bajo Guadalquivir en dirección Alcalá.
El terreno estaba bastante bien, exceptuando algún tramo que por la obra de la SE-40 estaba más roto. Llegamos a Alcalá por la subida hacia El Zacatín, y fuimos en busca del puente del dragón para llevarnos a la Retama. Nos dirigimos al puente romano que lo dejamos a un lado y nos metimos en el parque que lo cruzamos de oeste a este.
Salimos de él a la altura del Centro tutelar de menores donde nos metimos un poco en el circuito de rally de la provincial que realmente es duro por sus trialeras. Seguimos en busca del Castillo de Marchenilla que al instante lo vimos. A nuestra izquierda se quedó y seguimos haciendo camino. Al llegar a la Vereda de Benagila, giramos a la derecha y fuimos por esta vereda que no dio una sorpresa al llegar al Arroyo de Guadairilla. Tenía un buen caudal. Sin miedo nos metimos, más bien lo que metimos fueron las piernas en el agua. En la otra orilla había otros dudando al vernos pero allí los dejamos con sus dudas.
Continuamos por la vereda hasta enlazar con el Camino de Benagila. Por esta zona Benagila debió ser el dueño de todo. Al termina el carril enganchamos con un tramo de carretera que es el antiguo Camino de los Molinos. Este tramo nos lleva a una de las carreteras que une la ciudad con la autovía. La cruzamos, y al instante giro de 90º a la derecha para ir por una urbanización de casa con buenos terrenos de cultivos. Salimos a la Colada de Pelay-Correa, que nos lleva a las urbanizaciones de casas de las afueras de Dos Hermanas.
Por fin en Dos Hermanas, paramos a desayunar. Tras el desayuno, pensamos que es muy pronto para ir a casa, no vaya a ser que las mujeres nos digan que todos los días a la misma hora.
Cruzamos la ciudad hasta llegar a su extremo más al Sur. Giramos y fuimos entonces en busca del barrio de Las Portadas. Al final del barrio empieza un carril de tierra denominado la Colada de Los Palacios. Tras varios km. giramos a la derecha en la Colada de Los Plateros que en tramo descendente nos llevó hasta el Canal del Bajo Guadalquivir.
Circulando por el lado este del canal, dejamos el Parque de La Corchuela a nuestra izquierda. A partir de este tramo ralentizamos nuestro pedaleo, ya que Paco empezó a quejarse de su rodilla izquierda. Incluso paramos un poco. Fueron pasando los km. con el aire en contra, para mas inri, y por fin llegamos a un camino que nos llevó a la Motilla.
En este tramo un conductor se paró a hablar con Paco. Resulta que estaba buscando a su perro. Mira por donde que Paco lo ve y avisa al conductor que ya se iba. El conductor salió rápidamente del coche y lo cogió en brazos. A mi me pilló algo retirado, pero Paco dijo textualmente: “Es lo más bonito que he visto en mi vida, ver a ese hombre con lágrimas en lo ojos”. Paco estaba también algo afectado pero no le hice leña de su sensibilidad.
Volvamos a las bicis. Ya en La Motilla bajada a Dos Hermanas y a coger la subida hacia el Hipódromo. Despacio llegamos arriba y proseguimos por los Cerros de Montequinto bajando hacia nuestra casa.
Buena etapa con 70 km. llanos pero que van dando fondo que también es necesario.
1 comentario:
Estoy mejorando, pero aun es pronto para volver a salir.
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