En la salida de hoy cambiamos el orden de esta etapa que ya hemos hecho otras veces. Sabíamos que iba a hacer calor y era mejor quitarnos la subida gorda al principio.
A las 7:45 ya estábamos enfundados en nuestras armaduras de lycra pedaleando hacia la subida de Barranco Hondo. Comenzamos tranquilos, preparando nuestra mente para la subida que no la teníamos todas con nosotros por nuestro estado ciclista.
En cuanto cruzamos el canal del Viar comienza la subida. Son 6,2 km. al 4.8% pero sabiendo que hay un descansillo de 600 mts. en la mitad de la subida por lo que la pendiente puede no parecer excesiva.
El principio es sostenible y el firme no muy malo, pero a la altura del 3 km. la dureza y el mal terreno hace que cueste pedalear. A esas alturas íbamos ya separados, Mario un poco por detrás. Tras pasar el tercer km. y medio del siguiente viene el descansillo que te hace respirar con normalidad. Pero al coger más velocidad, se llega pronto al final de la subida. Es un tramo de 1,7 km. en línea recta, que moralmente hace bastante daño, y el terreno es donde peor se encuentra. Varias son las veces en las que cambias las trazadas para buscar el lado bueno. Por fin llego arriba y espero muy poco a Mario para lanzarnos cuesta abajo en dirección a Castilblanco.
El firme no mejora hasta las cercanías del pueblo donde cambiamos al asfalto y buscamos un bar donde desayunar. La peor parte de la etapa ya la hemos pasado y la calor todavía no se nota.
Tras el desayuno cogemos dirección a El Pedroso. Son 7,2 km. antes de llegar a la cima de Melonares y coger su gran bajada. El terreno es la mayoría en bajada excepto el último km. en el que ascendemos un poco. Por fin nos viene el disfrute de la bajada y de las vistas, ya que esta cuesta siempre la he hecho ascendiendo y he podido ver el remanso de agua del Embalse. Se hace rapidísima y sin darnos cuenta estamos en el Canal del Viar.
Ya solo nos queda pedalear durante 21 km. al lado del canal. Solo en 5 ocasiones lo abandonamos un poco ya que para pasar de montaña a montaña, hay un puente solo para el agua y el carril baja para luego subir y volver a tener el líquido elemento a nuestra derecha.
El calor empieza a ser grande y tras pararnos en una sombra para comer un poco se nota más todavía.
Por fin dejamos el Canal y bajamos a Villaverde a recoger los coches y para casa.
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