Esta mañana al final he tenido que salir solo, así que preparé la de carretera y a eso de las 8,30 ya estaba saliendo de Santiponce con la idea de llegar a El Ronquillo.
Los primeros 7 km. son cuasi llanos, pero a partir de ahí el llano casi desaparece. Los siguientes 10 km. me llevan a Las Pajanosas y aunque en su mayoría se sube a plato las piernas si dejan de pedalear te caes para el lado. Ya saliendo de Las Pajanosas abandono el plato grande y voy subiendo rampas de más pendientes y más largas. Poco a poco me voy acercando a la Venta del Alto donde me acerco a una de las bajadas largas del día. Me relajo en ese tiempo sin pedalear pero aún así la media es de 46 km/h.
Por delante la cuesta de las Baterías. Es la primera de las duras y cortas ya que lo anterior ha sido de constante dureza con tramos donde se puede un relajar. Esos 1,8 km. al 6,4% los pasos como puedo y tras llegar a una gran rotonda el camino se relaja un poco ya que los siguientes 4,6 km. son al 2,8% con tramos al 8% pero más cortos.
Al llegar a El Ronquillo me planteo bajar al embalse de la Minilla y me lanzo cuesta abajo hasta llegar al embalse donde acaba el asfalto y retrocedo lo bajado, ahora subiendo. Son 3,8 km. al 4,6% donde lo mas duro es al principio donde hay alguna rampa de las duras. El resto se sobrelleva como puedo ya que sigo acumulando desnivel pero con la confianza de que solo me queda subir la Media Fanega la mente hace que las piernas se esfuercen para culminar la etapa.
Tras llegar al pueblo empiezo a bajar hacia el inicio de la última cuesta del día, pero antes consigo llegar en la cuesta abajo a los 68 km/h. Desde el ordenador me parece una locura pero si vas seguro sobre la bici no tanto.
Decido subir la Media Fanega por la parte vieja que aunque el firme es espantoso me gusta más ya que tiene muchas más curvas y mentalmente me es más fácil. Son 4,1 km. al 5,1% en los que voy trazando de lado a lado del carril buscando la zona donde mejor agarre la rueda.
Ya en la Venta del Alto mi mente empieza a pensar que ya he acabado pero más tarde sabré que no queda tan poco. A lo lejos veo a un ciclista que poco a poco lo voy cogiendo hasta llegar a su punto. Lo sobrepaso pero en una bajada se me engancha y empezamos a hablar. Viene de Gelves a sus 70 años, ¡qué envidia! Vamos juntos hasta Las Pajanosas donde se para y yo sigo.
Yo sabia que ahora me venía un tramo más llano pero jamás pensé que se me hiciera más duro que alguna de las subidas realizadas. Estos 12 km. finales me he arrastrado por la carretera y en cuanto me venía un ligero repecho, incluso ponía el plato pequeño. Por fin veo la salida de Santiponce que la cojo con mucha alegría y más al ver el coche.
Que cansado que estoy.
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