lunes, 16 de agosto de 2010

Montequinto-Dos Hermanas-Adriano-Los Palacios-Montequinto

Ayer por la noche me encontré con Antonio, el papá de Irene, y hemos quedado ésta mañana a las 9. Antonio sale con una bici de carretera y yo con mí vieja btt con slics. Aunque hemos salido más tarde de lo normal, el tiempo estaba muy nublado con lo que no hacia apenas calor.

Primero fuimos a la gasolinera por que tenía que llenar sus ruedas. Una vez listo salimos en dirección al hipódromo. De aquí a Dos Hermanas todo es bajada que sin dar pedales, pero se ha hecho muy rápida. Ya  cogemos  la  N-IV, que la soltamos pronto para dirigirnos hacia el P.I. La Isla. La carretera está muy tranquila y vamos charlando.

Ya en La Isla, giramos a la izquierda para a los pocos mts. girar de nuevo al a izquierda por la carretera que nos ha de llevar a Adriano. Al poco nos sale un pequeño repecho en el que veo que Antonio se queda un poco, lleva más de 4 años sin hacer 40 km. Al coronar viene un pequeña bajada en la que no pedaleo y tras pasar cierto tiempo y no verlo doy media vuelta. Lo encuentro en el arcén y al estar cerca suyo comienza a pedalear. Giro de nuevo y me comenta que ha vomitado, que no se encontraba bien. Un poco más adelante nos comemos unas barritas haber si le viene bien.

Con el paso de los km. se empieza a encontrar mejor. Dejamos Adriano a nuestra derecha y seguimos hacia Los Palacios por la misma carretera que ha mejorado un montón.

A la llegada al pueblo nos paramos en un bar a tomarnos unos refrescos. Tras una charla reparadora seguimos nuestro camino. Callejeamos por el pueblo hasta llegar a la salida de éste por la N-IV. Los km. entre Los Palacios y Dos Hermanas son llanos con lo que entre la charla y la poca dificultad del terreno llegamos bastante rápido.

Ya en Dos Hermanas nos metemos a callejear por la zona de Los Montecillos en busca de la nueva av. que bordea la ciudad. Pasado el cementerio nos dirigimos a Montequinto por la vieja carretera que une la ciudad con el barrio. Al llegar a Montequinto seguimos por la av. de los Pinos donde al llegar al parque dejo a Antonio ya camino de su casa. Yo miro el cuentakilómetros y decido dar una vuelta por los cerros para alargar un poco la etapa.

Etapa relajada pero que sigue dando algo de forma a mis piernas y preparándome para la ruta veraniega del sábado.

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